La influencia no se trata de posición, se trata de oportunidad. A veces es una sonrisa, una palabra de aliento, una defensa en el momento justo. Son nuestros “momentos Esther” de cada día. Nunca subestimes el poder de tu voz. Dios puede usar una sola palabra tuya… para cambiar tu historia o la de alguien más. Escrito por Mercy Cosme
El poder de la voz
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